El piloto español Fernando Alonso llegó ayer por la noche y se encuentra luchando contra el jet-la, se encuentra optimista y con ganas de que se apague las luces rojas del domingo, es tremendamente consciente de lo que significa pilotar para Ferrari y confía que el equipo esté a la altura de las circunstancias: "Es el viaje más largo del año, y el primer objetivo es adaptarse lo antes posible a la diferencia horaria, ya que no hay menos de diez horas de diferencia entre Oviedo y aquí. Siempre me gusta venir a esta ciudad. El ambiente es muy especial, y hay cierta sensación de relajación que no encuentras habitualmente en otras partes del mundo.
Este año hemos tenido incluso menos tiempo de lo normal para pilotar el coche, dado que los test de pretemporada han sido acortados incluso más: seis días no son ni mucho menos suficientes para saciar mi necesidad de pilotar. Lo he dicho muchas veces en el pasado: nuestro deporte es el único en el que entrenar está prohibido. Imaginaos pedirle a Nadal que pruebe una nueva raqueta durante solo seis días, o a un jugador de fútbol que entrene únicamente seis veces antes del mundial.
Sería bueno que hubiese más entrenamientos, pero no en detrimento de las carreras, porque nada supera a la competición. De hecho, después de tantos kilómetros de pruebas y más pruebas, por fin hay un olorcillo a deporte en el aire. Echaba de menos la emoción de la clasificación, o la de estar en la parrilla de salida esperando a que se apaguen las luces, la descarga de adrenalina al llegar a la primera curva... en resumen, echaba de menos todo lo que hace de la Fórmula 1 un deporte tan increíble.
Siempre es difícil sacar conclusiones de los test. Todo el mundo trabaja de acuerdo a su propio programa, y no puedes realizar una comparación real. Todavía debemos mejorar mucho, trabajar en nuestra comprensión del F2012 y adaptar mi estilo de pilotaje a un nuevo coche que, con la pérdida de carga aerodinámica en la parte trasera y los nuevos neumáticos Pirelli, es un poco más difícil de pilotar.
Sabemos en qué dirección necesitamos ir en lo que respecta al desarrollo del coche, y eso es importante. Por supuesto, deberemos apretar los dientes en las primeras carreras, pero antes de nada debemos ver exactamente dónde estamos en cuanto a competitividad, y después darlo todo para conseguir la mayor cantidad de puntos posible en esta primera parte del campeonato.
Sé que los aficionados siempre esperan escucharme decir que podemos lograr uno u otro resultado, pero lo cierto es que no podemos decir con certeza dónde nos encontramos. Debemos esperar hasta el sábado a las seis de la tarde, después de la clasificación e incluso un poco más tarde, hasta el primer periplo de carreras fuera de Europa.
Debemos mantener la calma e ir paso a paso, empezando por la carrera en Melbourne, donde tendremos una impresión inicial. Una vez que sepamos dónde estamos, podremos marcarnos objetivos más precisos. Una cosa está clara, con las ganas de ganar existentes en Ferrari y con la historia que tenemos detrás de nosotros, sentimos una responsabilidad de hacerlo bien: por nosotros, por nuestros aficionados y por nuestros socios y patrocinadores. Todos debemos poner de nuestra parte para alcanzar ese objetivo."
Este año hemos tenido incluso menos tiempo de lo normal para pilotar el coche, dado que los test de pretemporada han sido acortados incluso más: seis días no son ni mucho menos suficientes para saciar mi necesidad de pilotar. Lo he dicho muchas veces en el pasado: nuestro deporte es el único en el que entrenar está prohibido. Imaginaos pedirle a Nadal que pruebe una nueva raqueta durante solo seis días, o a un jugador de fútbol que entrene únicamente seis veces antes del mundial.
Sería bueno que hubiese más entrenamientos, pero no en detrimento de las carreras, porque nada supera a la competición. De hecho, después de tantos kilómetros de pruebas y más pruebas, por fin hay un olorcillo a deporte en el aire. Echaba de menos la emoción de la clasificación, o la de estar en la parrilla de salida esperando a que se apaguen las luces, la descarga de adrenalina al llegar a la primera curva... en resumen, echaba de menos todo lo que hace de la Fórmula 1 un deporte tan increíble.
Siempre es difícil sacar conclusiones de los test. Todo el mundo trabaja de acuerdo a su propio programa, y no puedes realizar una comparación real. Todavía debemos mejorar mucho, trabajar en nuestra comprensión del F2012 y adaptar mi estilo de pilotaje a un nuevo coche que, con la pérdida de carga aerodinámica en la parte trasera y los nuevos neumáticos Pirelli, es un poco más difícil de pilotar.
Sabemos en qué dirección necesitamos ir en lo que respecta al desarrollo del coche, y eso es importante. Por supuesto, deberemos apretar los dientes en las primeras carreras, pero antes de nada debemos ver exactamente dónde estamos en cuanto a competitividad, y después darlo todo para conseguir la mayor cantidad de puntos posible en esta primera parte del campeonato.
Sé que los aficionados siempre esperan escucharme decir que podemos lograr uno u otro resultado, pero lo cierto es que no podemos decir con certeza dónde nos encontramos. Debemos esperar hasta el sábado a las seis de la tarde, después de la clasificación e incluso un poco más tarde, hasta el primer periplo de carreras fuera de Europa.
Debemos mantener la calma e ir paso a paso, empezando por la carrera en Melbourne, donde tendremos una impresión inicial. Una vez que sepamos dónde estamos, podremos marcarnos objetivos más precisos. Una cosa está clara, con las ganas de ganar existentes en Ferrari y con la historia que tenemos detrás de nosotros, sentimos una responsabilidad de hacerlo bien: por nosotros, por nuestros aficionados y por nuestros socios y patrocinadores. Todos debemos poner de nuestra parte para alcanzar ese objetivo."
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