
La historia del GP de Europa comenzó con los acontecimientos bastante revueltos. La culpable fue la lluvia repentina, que cayó nada más se dio la salida. Y fue tan fuerte, que la carrera tuvo que pararse con bandera roja. En ese momento, Fernando era segundo detrás de Massa, ya que Raikkonen se había quedado muy retrasado a causa de un problema al querer detenerse en boxes. Fue el momento más confuso de la carrera, y mucho más cuando todos se detuvieron a la misma vez en boxes.
La carrera se detuvo y los coches salieron en movimiento, detrás del coche de seguridad. Alonso estaba detrás de Massa, y junto superaron al fugaz líder Winkelhock. La lucha por la victoria, a partir de ese momento, iba a ser sobre piso seco y entre Alonso y Massa. Hasta el primer pitstop, la diferencia estuvo rondando los cinco segundos, la cual aumentó un poco cuando pararon por segunda vez.
Todo parecía establecido hasta el final, con Massa líder y Alonso detrás, sin poder hacer nada, a pesar de que en un momento, llegó a acercarse un poco al brasileño, pero luego las diferencias volvieron a ser las de antes.
Pero faltando nueve vueltas, llegó la lluvia nuevamente. No tan fuerte como al principio de la carrera, pero lo suficientemente abundante como para que todos entrasen a cambiar ruedas. Comenzó una carrera nueva de solo ocho vueltas.
Una vez que ambos líderes salieron de boxes, comenzó la persecución implacable de Alonso sobre Massa, la cual se prolongó por espacio de una vuelta y media. El brasileño tapó todos los huecos, pero el final, tuvo que ceder ante la presión de Fernando, que se hizo finalmente con la victoria, destacando por más de ocho segundos al Ferrari. Era la victoria número 18 para Fernando en su carrera y la tercera de esta temporada. Ahora, suma 68 puntos en el campeonato, dos menos que Hamilton, que no sumó puntos en Alemania. Al final, el resumen de Fernando fue el siguiente:
"Fue una carrera difícil desde el punto de vista del estrés que pasa uno en situaciones como estas. Había que tener mucha concentración, por las trampas que tenía la carrera en si misma, ya que cualquier fallo te podía hacer terminar en la gravilla, y allí decirle adiós a la carrera. Fue difícil para los pilotos hacer 60 vueltas en condiciones tan cambiantes.
Fue una carrera muy emocionante hasta el final, con condiciones muy variadas. Sabíamos que en seco no íbamos tan rápido como los Ferrari, que era algo que más o menos nos lo esperábamos, y en agua, por algún motivo, íbamos mejor. Este fin de semana parecía que íbamos más despacio que los Ferrari. Al final tuvimos la suerte de la lluvia, y eso creo que fue la clave de la carrera.
Hubo un momento en el que perdí rendimiento, porque en una de las paradas que hice, retocamos el alerón delantero para que vaya mejor en agua, y creemos que no pudimos devolverlo a su posición original cuando lo volvimos a tocar en la siguiente detención. Luego, cuando los neumáticos traseros se fueron gastando, el coche empezó a tener mejor balance.
Sobre el final no esperábamos que lloviese, fue una sorpresa. Le dije al equipo que me estaban cayendo gotas en la visera en las últimas curvas y dije que podía estar lloviendo y que estuviesen preparados con los neumáticos de agua, y me dijeron que parase si paraba Massa en esa vuelta, y así lo hicimos, para copiar la estrategia: si le iba mal a él, me iba mal a mí también y por lo menos sería segundo.
No creo que después de esta victoria se haya marcado un punto de inflexión en el mundial. Como siempre dijimos, el campeonato es largo, y al final, después de las 18 carreras, quien sea más regular o más fuerte se llevará el campeonato. Afrontaré a las carreras de la misma manera que hasta ahora. Siempre hacemos lo máximo, y las cosas a veces salen y a veces no".
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