Flavio Briatore califica el ya famoso motor de cinco millones de euros como una especie de pago a la FIA para que los actuales fabricantes puedan seguir desarrollando sus propias mecánicas y, al mismo tiempo, que un fabricante externo pueda vender sus motores a los equipos que menos recursos cuentan: "La intención de la FOTA sería como decir: ‘dejadnos hacer nuestros motores según las especificaciones de la FIA y abriremos las puertas a un fabricante independiente para construir un motor y venderlo a los equipos pequeños".Briatore desearía dejar que los constructores siguieran invirtiendo el dinero que estimen conveniente en sus propios motores. Además, permitiría vender esos mismos a equipos más pequeños al precio que quisieran.
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