Ayer, más de 10.000 seguidores de la Fórmula 1 acudieron al Circuito de Montmeló para ver los tests previos al Gran Premio de España y también para ver al ídolo de masas aquí en España.
Fernando Alonso decepcionó a propios y extraños, al igual que hiciera en los test de Jerez, sólo díó una vuelta de instalación y sin pasar una sóla vez por recta de meta, donse se encontraban miles de aficionados en pie vitoreando a su ídolo, volvió a boxes de donde no salió más. En ese momento sus seguidores no pararon de silvarle y abuchearle.
Los miles de aficionados tenían razones para quejarse, cinco euros para entrar al circuito, donde les esperaba un desapacible día con frío, viento y una lluvia intermitente que por momentos llegó a ser torrencial. Todo apunta que el bicampeón del mundo no tiene mucho interés en rodar bajo condiciones extremas de lluvia. ¿Será para no mojarse, innecesariamente?.
Con Alonso descansando, los demás equipos se dedicaron a probar neumáticos de lluvia y los reglajes que la meteorología les permitió pensando en el Gran Premio de España. Y el más activo fue precisamente el principal rival del español, el finlandés Kimi Raikkonen.
Aparte del amor y odio del público hacia Fernando Alonso, el gran protagonista de la jornada fué Raikkonen quien marcó el mejor tiempo, el que más vueltas dió y el que sufrió el incidente más espectacular del día sobre el asfalto, coincidiendo con uno de los momentos en que más fuerte llovía, sin consecuencias graves para el coche ni el piloto, quien declaró: "Hemos aprendido mucho, aunque nunca sabes lo que los demás están haciendo. El coche transmite buenas sensaciones y ahora sólo queda esperar y ver qué pasa. He dado con unos buenos reglajes para mi manera de pilotar. El coche se comporta ahora como yo quiero. Hemos mejorado bastante desde la última carrera. Afronto el Gran Premio de España mucho más feliz que antes de las primeras carreras".
Fernando Alonso decepcionó a propios y extraños, al igual que hiciera en los test de Jerez, sólo díó una vuelta de instalación y sin pasar una sóla vez por recta de meta, donse se encontraban miles de aficionados en pie vitoreando a su ídolo, volvió a boxes de donde no salió más. En ese momento sus seguidores no pararon de silvarle y abuchearle.
Los miles de aficionados tenían razones para quejarse, cinco euros para entrar al circuito, donde les esperaba un desapacible día con frío, viento y una lluvia intermitente que por momentos llegó a ser torrencial. Todo apunta que el bicampeón del mundo no tiene mucho interés en rodar bajo condiciones extremas de lluvia. ¿Será para no mojarse, innecesariamente?.
Con Alonso descansando, los demás equipos se dedicaron a probar neumáticos de lluvia y los reglajes que la meteorología les permitió pensando en el Gran Premio de España. Y el más activo fue precisamente el principal rival del español, el finlandés Kimi Raikkonen.
Aparte del amor y odio del público hacia Fernando Alonso, el gran protagonista de la jornada fué Raikkonen quien marcó el mejor tiempo, el que más vueltas dió y el que sufrió el incidente más espectacular del día sobre el asfalto, coincidiendo con uno de los momentos en que más fuerte llovía, sin consecuencias graves para el coche ni el piloto, quien declaró: "Hemos aprendido mucho, aunque nunca sabes lo que los demás están haciendo. El coche transmite buenas sensaciones y ahora sólo queda esperar y ver qué pasa. He dado con unos buenos reglajes para mi manera de pilotar. El coche se comporta ahora como yo quiero. Hemos mejorado bastante desde la última carrera. Afronto el Gran Premio de España mucho más feliz que antes de las primeras carreras".
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